A pesar de las sanciones impuestas por el gobierno del Presidente Trump en contra de Huawei bajo la disculpa de la “seguridad nacional”, la compañía se convirtió en el fabricante #1 de smartphones del mundo en el segundo trimestre del año, sigue siendo el #1 en redes de telecomunicaciones, incluidas las de 5G (en donde su tecnología está 2 -3 años adelantada a la de la competencia) y sus procesadores siguen siendo unos de los más avanzados del planeta.
Lamentablemente, en este último punto, parece que a Huawei se le “está acabando la gasolina” y pronto tendrá que dejar de producir sus chips, incluido el famoso procesador Kirin.
De acuerdo con información publicada por Associated Press durante el fin de semana, Richard Yu -el CEO de Huawei- ha confirmado que la compañía sólo cuenta con los inventarios necesarios para producir sus procesadores hasta Septiembre.
“Unfortunately, in the second round of US sanctions, our chip producers only accepted orders until May 15. Production will close on September 15. This year may be the last generation of Huawei Kirin high-end chips” Richard YU, CEO – Huawei
Y es que, a pesar de haberse “sobre-stockeado” durante el primer trimestre del año como anticipación a las nuevas medidas del gobierno norteamericano, las órdenes de compra para semiconductores de Huawei dejaron de ser aceptadas desde Mayo por sus proveeodores (en especial TSMC), por lo que el Mate 40 puede convertirse en el último celular de la compañía en utilizar chips propios.
Pero no son sólo los smartphones. Son todos los productos de Huawei que hoy utilizan sus propios chips, los cuales son en gran parte la razón por la que su desempeño es tan notablemente superior a los de la competencia.
Huawei seguramente ampliará el uso de procesadores de MediaTek a otras gamas de sus productos (hoy los usa en sus gamas de entrada) , Qualcomm está pidiendo una licencia para poder venderle procesadores (algo que TSMC podría también hacer) y aún existe la opción de usar las capacidades de fabricación de SMIC, una compañía China de fabricación de semiconductores, pero esta está igual de atrasada que Intel aún en plataformas de 14nm.
Lamentablemente la situación no parece que vaya a mejorar pronto pues en una de las contiendas electorales más complejas de la historia Estadounidense, Trump ha decidido jugarse la carta del nacionalismo para salvar su fallida presidencia y es China ese “enemigo común” alrededor del cual espera que los votantes se unan a él y lo reelijan. Al punto que con la reciente declaración del programa Clean Network, se amplían las restricciones y prohibiciones a compañías como Huawei y se incluyen, además, compañías Chinas como Tencent, ByteDance, Alibaba y Baidu dentro de las que el Gobierno Norteamericano cataloga como “proveedores no seguros” y con los cuales las compañías norteamericanas no podrán hacer negocios a partir de Septiembre.
¿Puede sobrevivir Huawei sin sus propios procesadores? ¿Puede competir con los Samsung y Apple en el mercado de consumo y con los Siemens y Cisco en el mercado de telecomunicaciones a pesar de que estos tengan tecnologías menos avanzadas? Es posible que sí. Al fin y al cabo la compañía ha logrado sortear la primera ronda de prohibiciones y sanciones, en las que perdió la posibilidad de usar los Servicios Móviles de Google en sus dispositivos, airosamente. Pero el tema se complica cada vez más. Por lo menos de aquí a Diciembre, si es que Trump pierde las elecciones.