La manera en la que nos presentamos ante la sociedad es uno de los factores principales que determinan no sólo cómo somos vistos, sino también hasta nuestro futuro. La filosofía de causar una buena “primera impresión” confirma esto e interpela a cada miembro de todos los círculos sociales existentes. Si la presencia de alguien no es aceptable o es demasiado “chocante” para otros, es probable que sea difícil para él o ella ser parte del mundo en el que quiere ingresar.
Al hablar de impresiones nos referimos a la ropa principalmente, pero hay mucho más: cómo caminamos, cómo hablamos, si tenemos tatuajes o no (y en dónde), la clase de accesorios que utilizamos, nuestro peinado y hasta la manera en que cuidamos nuestra piel o cómo la maquillamos. En pocas palabras, un par de tenis que alguien elige después de revisar los Nike precios no es la única razón por las que se causa una buena impresión.
Si elegimos ir más a fondo, esta suerte de “regla” también se aplica a nuestro hogar. Hoy por hoy las casas no se construyen sin haber pensado antes qué estilo tendrá, tales como modernismo, minimalismo, rústico, nórdico y muchos más. Algo que también tienen un gran peso son las marcas, ¿por qué? Porque todas las personas tienen una opinión de ellas: que son mejores o peores, que se arruinan rápido, que son de alta calidad, etcétera.
Pero, ¿qué son las marcas de ropa? ¿Por qué son tan importantes? ¿Qué dicen ellas de las personas que las compran? ¿Qué determina la diferencia, por ejemplo, entre la elección de un par de tenis Veja y un par de Adidas? A continuación responderemos todas estas cuestiones y mucho más.
Una mirada amplia sobre el concepto de “marca”
Al hablar de “marca” todo el mundo conoce a qué nos referimos: a las marcas comerciales, tales como Apple, Google, Sony, Nike, Samsung y una infinidad más. Los expertos en publicidad, marketing y todos aquellos especializados en la temática de branding afirman también que dentro de este ámbito son consideradas marcas algunas cosas que, en términos técnicos, no lo son.
Hablamos, por ejemplo, de clubes de fútbol como Barcelona o incluso artistas como Beyoncé o deportistas como Michael Jordan. También son vistas como marcas los logos que le pertenecen a una de ellas, como la clásica “O” de Oakley, el logo con forma de rostro de LG o las tres barras diagonales de Adidas.
Esta última percepción que la sociedad tiene sobre las marcas data de hace miles de años, en tiempos donde los ganaderos y cultivadores “marcaban” sus campos con sus iniciales para delimitar su territorio. Esto hoy no es tan diferente, dado que las marcas comerciales siguen delimitando un territorio pero de otra clase, un territorio que hoy se denomina “target”, es decir, la audiencia a la que apuntan para vender sus productos.
En lo que respecta a la ropa y su arte, la moda, desde las más pequeñas hasta las más grandes marcas de ropa constituyen hoy el tercer mayor negocio del mundo después de las empresas financieras y las tecnológicas. En este sentido, elegir entre iOS y Android determina lo mismo que elegir entre una u otra marca de ropa: funciona como un indicador de qué clase de persona es el comprador y (en ocasiones) a qué clase social pertenece.
Las marcas como etiquetas de calidad, gustos y poder adquisitivo
En los últimos meses se viralizaron miles de videos en toda Latinoamérica que eran protagonizados por jóvenes universitarias en las que posaban para la cámara y contaban qué ropa y de qué marca llevaban puestas. Este ejemplo nos ayuda a hacer una estimación de cuán importante las marcas son vistas en la sociedad y, aunque es algo bastante superficial, si merece tenerlo en cuenta.
Esto se debe a que en ninguno de los videos a los que nos referimos posan jóvenes con ropa de marca desconocida o de segunda mano, algo que nos invita a preguntarnos: ¿acaso algunas marcas nos hacen merecedores de ser más vistos y otras no? ¿Será posible que tengamos un acceso denegado a ciertos lugares o círculos sociales por utilizar unos tenis Veja o unos Fila?
La ropa en las clases sociales
En resumen, la respuesta a estas preguntas sería un rotundo “sí”. Hay marcas que de forma inmediata ubican a las personas en la élite social y otras que pueden convertir a alguien en una entidad invisible. Afortunadamente esta discriminación social se da en lugares muy reducidos, pero definitivamente existe. Sin embargo, vestir de marca y vestir bien son dos conceptos muy distintos.
A la hora de comprar ropa de marca a la mayoría de las personas se les vendrá a la mente una tienda Nike, un vestido de Zara o unos jeans de Levi’s. Lo que pocos saben, es que estas marcas no se acercan en términos de calidad o coste a las más elitistas del mundo. Nos referimos a marcas como Louis Vuitton, Chanel, Gucci, Versace, Prada, Valentino, Givenchy y algunas más.
Es cierto que estas marcas desde el punto de vista de la calidad de sus materiales son excelentes, pero eso no quiere decir que haya marcas mucho más pequeñas que ofrecen ropas de altísima calidad y a precios mucho más accesibles. El problema yace en el desconocimiento que gran parte de la sociedad tiene de ellas y en la obsesión por enseñar qué marca están vistiendo a quienes los rodean.
La relación entre la moda y las clases sociales es interesante y muy curiosa. Con el paso del tiempo la moda pasó a ser propia de una sola clase social (la más alta) a tener sus variantes acorde al poder adquisitivo de otras personas con diferentes ingresos económicos. De esta manera, en la actualidad es común encontrar formas de “moda” en las clases altas, medias y bajas.
Es de esta manera en la que algunas marcas se han convertido, en una manera vulgar de decirlo, en más “democráticas”. La marca Nike Colombia es un gran ejemplo de esto, ya que todos los productos del icónico “Swoosh” son utilizados por todas las clases sociales alrededor del mundo. Lo mismo ocurre con otras marcas que antes eran consideradas “de clase alta”, como Adidas, Lacoste, o incluso Dior.
El boom de las marcas nacidas en redes sociales
Las redes sociales como Facebook, Twitter (ahora X), Instagram y TikTok nacieron en un principio como sitios en donde las personas podían compartir con familia y amigos sus vidas. Con el paso del tiempo, estas siguieron evolucionando hasta crear a los que hoy conocemos como “influencers” y muchas otras personas que hoy son famosas. Sin embargo, estas redes también contribuyeron al nacimiento de marcas de toda clase: ropa, comida, artesanías, y otras varias.
Nuestro tema a tratar aquí son las marcas y la ropa escogida por las personas, y las redes sociales no se quedaron atrás con el tema. Es por esta razón que actualmente en Colombia tenemos marcas que salieron exclusivamente de Instagram como Ela, con casi dos millones de seguidores; KOAJ, con un millón y medio de seguidores o Bon-Bonite, con casi 400 mil seguidores.
La era de los desfiles y las revistas ha terminado hace rato. Si alguien quisiera saber qué es “trending” tanto en la ropa como en otros aspectos, se apoya en las redes sociales para descubrirlo. De esta manera hoy la gente descubre productos de gran calidad que antes no podían esperarse de nadie más salvo de las grandes marcas elitistas.
Otras grandes marcas como Veja Colombia también tienen su presencia en ellas, pero debemos ser sinceros: sin importar a qué clase social las personas pertenezcan, siempre buscarán lo que sea mejor y a la vez lo más económico disponible. El hecho de que estas “nuevas marcas” nacidas de las redes se vean como más humildes y de personas que se esfuerzan mucho hacen el 100% del marketing que necesitan.
Las marcas y las tendencias: ¿existe una sin la otra?
Esa es la pregunta que muchas personas se hacen, puesto que no pueden permitirse quedarse atrás en cuestiones relacionadas al trending y las marcas. La respuesta a esto puede ser muy variada ya que depende siempre de ciertos detalles: ¿de moda para el frío, para los zapatos Veja, para vestidos, para accesorios? Si contestamos esta pregunta de forma superficial tendríamos que decir que sí.
Después de todo, nadie durante la temporada de lluvia utilizará un abrigo de piel como los esquimales, ¿cierto? Las damas no saldrían a bailar por la noche con un vestido como los de la época victoriana británica aunque fueran de Zara y los hombres no llevarían un sombrero de copa a un casamiento por más que sea de Oakley Colombia. En términos simples, la ropa de moda siempre estará por delante de la importancia y el peso de las marcas.
Actualmente y para dar un simple ejemplo, el denim sobre denim está muy bien visto, cuando hace unos pocos años era algo considerado casi ridículo. Hoy, por el contrario, se ve esta combinación para las mujeres como versátil, atractiva y económica incluso para las marcas más caras del mercado, sobre todo si se lo combina con unas gafas Oakley originales y un collar de Isadora.
Otra tendencia que se impuso sobre otras en la sociedad son los low-rise jeans, incluso cuando expertos en las modas negaban que pudiera suceder. Este nuevo trending no se aplica solo a pantalones sino también a otras prendas como faldas. Este ejemplo es otro más entre varios en los que no todas las marcas famosas se han dedicado, una decisión que a la larga tendrá repercusión en sus ganancias.
La libertad: una marca mucho más profunda en estos tiempos
Es cierto que las tendencias existen y tienen una gran influencia en la población, sobre todo en los más jóvenes. Aun así, también hay evidencias de una suerte de hartazgo en muchos de ellos: una necesidad de parar el círculo de vida de las marcas, las modas y las tendencias, una sed por ser libres y vestir cómo les guste sin depender del juicio de otros o de cómo serán vistos en sus círculos sociales.
Las nuevas marcas de las redes sociales han tenido mucho que ver en este nuevo fenómeno en el que muchos adolescentes y jóvenes adultos simplemente quieren vestir de forma cómoda y acorde a los colores, estilos y formas que les plazca. Esta generación elige un par de gafas Oakley porque les gustan y no porque se encuentren de moda, eligen sentir que son ellos mismos y no un mannequin que enseña todo lo que otros quieren ver.
Las marcas que más atraen a los colombianos
En febrero de este año, el periodista colombiano Diego Andrés Vargas Riaño publicó una nota muy interesante sobre la moda y las marcas más preferidas por los colombianos. En los últimos años, la compra de ropa de la gente de Colombia creció de forma exponencial, con la que el gobierno recaudó grandes cantidades de dinero. Pero esta no es la información más importante por parte del periodista.
En Colombia, su gente pone en un primer lugar las marcas nacionales antes que otras de las extranjeras más comunes y consumidas en todo el mundo. Vargas Riaño afirma que “(…) Leonisa, Arturo Calle, GEF y Punto Blanco figuran como las marcas del sector moda favoritas entre los colombianos”, acorde al informe revelado por Brand Asset Valuator (BAV), uno de los estudios de marcas más grande del mundo que pertenece a VMLY&R.
Las razones de este fenómeno, como dice Vargas Riaño, son variadas de acuerdo a Raddar: estas pueden deberse a “las compras por venganza, es decir, adquirir los productos que no se pudieron durante la época más crítica” en referencia a los años 2020 a 2022, al “temor a que haya nuevos aislamientos” y, finalmente, al “aumento de precios y tasas de interés, que hace que al final el monto del gasto sea más alto”.
De esta manera queda claro que en Colombia sin importar Nike, Lacoste o Veja precio, sus ciudadanos siempre se inclinarán por marcas “Made in Colombia”, algo que debe llenar de orgullo a la nación. Es en casos como este que la moda y las marcas grandes pierden su lugar a cambio de aquellas marcas que inspiran y cumplen con los gustos y necesidades de las personas.
¡Las marcas y las modas pasan y cambian constantemente! Lo esencial es que cada persona pueda elegir su propia identidad mediante las ropas y pueda vestirse con orgullo y seguridad.
