Desde hace mucho tiempo ( más o menos desde finales del año 2011), en TECHcetera hemos estado hablando de la tecnología NFC que permite que dos o mas dispositivos se comuniquen e intercambien datos a cierta proximidad. Desde entonces se está hablando de estándares, pero Apple había decidido apostarle a una tecnología parecida, más no igual, denominada iBeacons que hace uso de un protocolo de Bluetooth llamado “Low Energy (BLE) creando una zona de notificaciones en torno a un determinado lugar que, por medio de un app, puede alertar a un usuario del tipo administrador cuando los clientes o dispositivos entran al sitio en cuestión.
No era para nada extraño que Apple decidiera “nadar en contra de la corriente” e imponer su propio estándar aunque el resto del mercado usara el NFC. Pero, finalmente, en uno de los más recientes lanzamientos de la compañía de la manzana, el fabricante anunció “Apple Pay” , un sistema cuya premisa es reemplazar a la tradicional tarjeta de crédito que se almacena en la billetera!. Los usuarios del servicio podrán pagar, entonces, de una manera segura usando el lector de huella que tiene el control de acceso llamado “touch ID” y tecnología NFC, sin tener que desbloquear la pantalla del dispositivo!
Dicha adopción por parte de la gente de Cupertino da a entender que:
- La aversión de la gente de Cupertino era más que todo algo de Jobs que de la compañía en general, ya que desde su muerte muchas cosas han cambiado.
- Refuerza el camino tomado años antes por el resto de fabricantes de dispositivos móviles
- Hace evidente que en el caso de los mercados masivos, para los consumidores es muy importante contar con un control biométrico de protección en el momento de realizar los pagos, para limitar al máximo el robo de identidades en la comunicación por proximidad (usando NFC).
Aunque el iPhone y/o Apple Watch no son los únicos dispositivos del mercado en usar este tipo de sistemas (dado ya hay cientos de millones de dispositivos Android que utilizan NFC), si es importante recordar que Apple posee datos de aproximadamente 800 millones de usuarios compradores registrados. Lo anterior hace que el ecosistema mundial de usuarios de NFC crezca exponencialmente!
Ahora bien, con tanta gente usando NFC es seguro que se van a necesitar estándares abiertos y totalmente interoperables para gestionar los pagos. En lo personal, espero que dichas nuevas normas o reglas ayuden a mejorar la banca electrónica en línea, en la cual parece que la seguridad fuera lo más importante y que la usabilidad simplemente se dejara de lado. No se si dicho problema se presente en toda Latinoamérica pero en Colombia, los sitios en línea de los bancos llevan a los usuarios a sentirse un poco lisiados o “impedidos”, ya que, prácticamente, les toca aprender a navegar según la estructura lógica de los desarrolladores y no la del usuario común.
Así pues, Apple Pay puede llegar a ser un ejemplo de simplicidad digno de imitar por muchos bancos, dado que aplica para transacciones en-línea y en-sitio en donde los usuarios ni siquiera deben aprenderse una contraseña ni preocuparse por la seguridad. Creo que es conveniente que a partir de toda esta ola de pagos electrónicos, sistemas TEE (Trusted Execution Environment) y otros estándares emergentes, se abra una nueva era en la que los bancos dejen de ser como elefantes (porque son grandes, pesados y lentos) y, de una vez por todas, empiecen mejorar la experiencia y a cautivar a los usuarios!