Tal como lo deciamos anteriormente en otro artículo, el término DeepFakes, en palabras simples, se refiere a usar algoritmos de Inteligencia Artificial, básicamente, para crear o alterar materiales multimediales con resultados tan sorprendentes que tienden a pasar por materiales originales y verídicos. Algunos ejemplos de esta técnica se dan en videos donde se le cambia el rostro, la voz y algunos otros rasgos característicos de la personalidad (gestos, emociones y hasta simular expresiones) a una figura pública como puede ser un artista, un político o alguien influyente, con el fin difundir, crear controversia, difundir un mensaje ajeno a la realidad o rejuvenecer la apariencia y hasta la voz de un artista que ya tiene sus años encima.
Ahora bien, es una realidad innegable el hecho que, con la llegada del mundo digital muchas cosas han cambiado, incluyendo la forma en la cual los seres humanos son acosados (si, esto no sólo le pasa a los niños y a las mujeres, cualquier persona independiente de su edad y genero) puede ser víctima de este flagelo! El acoso se ha vuelto tan frecuente que ha llegado hasta a las producciones de Hollywood y de Netflix.
DeepFakes y Acoso Digital – Dos pesadillas combinadas!
Una cosa es que por error “hayan cogido mal parqueada a una persona siendo participe de un video subido de tono” y otra muy diferente es que este tipo de imágenes o material audiovisual haya sido creado de manera sintética o, en palabras simples, que el material haya sido generado a partir de una foto a la cual se le quita la ropa usando Inteligencia Artificial o que se use DeepFakes para tal propósito hasta producir videos enteros.
¿DeepFakes y dónde están las buenas prácticas a nivel del uso de la AI?
Es una realidad, estamos llegando a un momento del tiempo, en el cual, no se pueden dejar de lado los 5 principios que pretenden establecer un acuerdo marco para moldear las buenas prácticas en las relaciones con los sistemas con Inteligencia Artificial, algo como una especie de brújula moral en el proceso de integración, aprendizaje y despliegue. Esos principios son:
- La beneficencia: debe promover el bienestar, preservar la dignidad del ser humano y la sostenibilidad del planeta
- No servir fines maléficos: debe guardar la privacidad, seguridad y la capacidad de actuar con cautela
- Autonomía: debe establecer un balance entre el poder de tomar decisiones. Que el ser humano tiene que preservar y puede llegar a delegar a la AI
- Justicia: debe crear beneficios compartidos y preservar la solidaridad
- Explicabilidad: debe preservar la inteligibilidad y confiabilidad
Además de lo anterior, valdría la pena incluir el derecho de la audiencia a ser informados si los productores del material se han tomado algunas licencias para recrear materiales como la voz, imagen y/o video para dar vida a alguna situación que, efectivamente nunca sucedió. Mientras el mundo se pone de acuerdo para empezar a implementar esas buenas prácticas, es menester recordar que, tal como “no todo lo que brilla es oro“, en este caso, “no todo lo que nuestros sentidos perciben o captan a través de las redes sociales, es verídico!”
DeepFakes -No todo lo que se ve en las redes sociales (por más real que parezca) es digno de considerarse como verídico!
Por otro lado, es verdad que gigantes como Facebook y MSU se han unido para hacerle ingeniería inversa a este tipo de montajes para descubrir los atributos que tiene en común y, así llegar a combatirlos pero, de todas maneras, es importante saber qué hacer en caso de ser el protagonista de un DeepFake y, por consiguiente, sufrir de Acoso Digital (tema que trataremos a continuación).
¿Qué hay que tener en cuenta en caso de Acoso Digital?
Hay que tener en cuenta que existen muchas perspectivas en la intimidación o Acoso Digital: la del acosador, acosado y la del espectador. Este último muchas veces cumple un rol no tan pasivo, ya que suele ser el agente viralizador que le dan tracción a este contenido que termina por atemorizar, enfadar, humillar y hasta por generar efectos catastróficos en la víctima y su familia!
Por lo mismo, es menester tomar cartas en el asunto rompiendo la cadena por medio de acciones simples, como por ejemplo:
- Lo primero que se debe recordar es que detrás de cada perfil, generalmente, hay una persona real que tiene sentimientos,
- No hablar mal de otros, recordar que detrás de los perfiles de redes hay seres humanos que tienen sentimientos,
- Enseñar a los niños, adolescentes y adultos a cortar la cadena de miseria generada en línea. Si alguien envía material que daña, vulnera o viola la intimidad de otro, no reenviarlo ni compartirlo, proceder a denunciarlo,
- Pensar dos veces antes de compartir, validando si el contenido es verdadero, va a ayudar o empeorar una situación, va a ser inspirador, es necesario y, sobre todo, reflexionar sobre el efecto que va a tener dicha publicación,
- Al igual que en la vida real, no armar incendios pero si ayudar a controlarlos!
Para evitar el Acoso Digital, hay que conocer y activar las opciones de seguridad de los perfiles de redes sociales para que la visibilidad sea la adecuada y el contenido privado se mantenga como tal. También es bueno tener en cuenta que es posible bloquear los comentarios de ciertas personas y/o publicaciones y, en caso extremo, también es valido borrar contenidos, esconderlos de ciertas personas y hasta restringir a esos personajes que exhiben comportamientos considerados como irritantes, irresponsables o hasta irrelevantes.
¿Qué hacer en caso de se la víctima del Acoso Digital?
Ahora bien, desde la perspectiva del acosado o víctima, es bueno recordar que no se está solo, cuenta con el apoyo de la familia, amigos, conocidos y hasta las mismas redes sociales que tienen procedimientos preestablecidos para detener estos mensajes perjudiciales. Así las cosas, también se debe tomar acción al bloquear al acosador e informar sobre su comportamiento en la propia plataforma y de ser necesario a las autoridades y/o adultos responsables.
Tal como lo dice Unicef: Para que el acoso se detenga, no sólo hay que detectarlo. Es fundamental denunciarlo. También puede ser importante mostrar al acosador que su comportamiento es inaceptable.
En caso de sentirse abrumado y no saber qué hacer, es bueno tener en cuenta que existen líneas de atención con personas capacitadas y expertas para tratar este flagelo que en cualquier momento puede afectar a niños, hombre y mujeres sin distinción de edad, genero, condición social ni ubicación geográfica. En Colombia, hay varias líneas de contacto que funcionan 24 horas 7 días a la semana, como las siguientes:
- 141 – Línea de protección a niños, niñas y adolescentes – icbf.gov.co
- 311-766-8666 – Linea Salvavidas Para niños y jóvenes – sergiourrego.org
- 106 – El poder se ser escuchado para todos – Bogotá D.C. – saludcapital.gov.co
- 01800-112137 – Línea Púrpura Bogotá – sdmujer.gov.co
Aunque no todas las modalidades de Acoso Digital son consideradas un delito en algunos territorios, muchos países se basan en leyes relacionadas con el acoso, como las que se refieren al hostigamiento, para castigar a los culpables. Las instituciones educativas, empresas y similares suelen tener mecanismos y medidas para evitarlo y detener su propagación.