RIM, el fabricante canadiense de los famosos teléfonos BlackBerry sigue en caída. A pesar de las promesas de sus dos Co-CEOs a la junta y a los accionistas, del lanzamiento de nuevos teléfonos, de un nuevo sistema operativo y del ultra-publicitado Playbook la compañía sigue en un espiral sin fin, y no es sólo en el mercado accionario…
Empecemos por el precio de sus acciones, el cual ha perdido casi 3/4 partes de su valor en lo que va corrido del año. Piénselo bien, un fondo de pensiones que invirtió $ 100,000,000 en enero ha perdido $ 75 Millones! Las acciones, a hoy, valen más en libros que en el mercado. Como diría mi amigo Nicolás, “Que DESASTRE!”
Gráfica de CNN Money
Los anuncios de ayer llevaron incluso a que la acción cayera casi 8% luego del cierre de la bolsa.
Segundo, la clientela. La compañía ha perdido y sigue perdiendo clientes, ya no sólo en el sector de consumo personal sino también en el empresarial, el que hasta hace poco era su bastión principal.
Según el último estudio de Canalys en Estados Unidos, Blackberry pasó de un 24% de market share en el tercer trimestre de 2010 a tan sólo un 9% en el mismo período de 2011 (15 puntos en 12 meses es más de 1 por mes!). Por su parte NPD ha encontrado que RIM ha pasado de vender cerca del 50% de los smartphones en el 2006 a tan sólo el 8% en el tercer trimestre del 2011. Todo esto, a pesar de haber presentado nuevos (y “revolucionarios”) teléfonos durante ese período.
RIM se quedó en los 90s, cuando los usuarios no tenían ni voz ni voto, cuando el administrador de red y el gerente de sistemas hacían y deshacían a su libre albedrío porque nadie más en la empresa entendía aspectos técnicos. Es más, parecen seguir apóstandole a eso: a empresas en dónde aún reinan los gerentes de IT y en dónde por la actualización al nuevo Enterprise Server le regalan un Playbook a ese gerente de IT (mmmm…), esas empresas -cada vez más pocas- en donde los usuarios aún están “obligados” a usar un Blackberry. Y ahora, a falta de producto, han anunciado un plan agresivo de mercadeo para el 2012.
Tercero, la imagen. RIM ha estado inmerso en controversias con varios países (especialmente de medio oriente) por temas de la prestación de sus servicios y la ubicación de los servidores utilizados para los mismos. A eso toca sumarle las caídas en el servicio, derivadas de las cuáles se habla incluso de demandas colectivas en varios países. Retrasos en lanzamientos, productos incompletos y hasta demandas de marca que han llevado a la necesidad de cambiar el nombre del nuevo sistema operativo (ya no se llama BBX sino BB10). Y como si eso fuera poco, hace un par de semanas 2 altos ejecutivos de la compañía fueron bajados de un avión por su comportamiento “inadecuado”. El 2011 es sin lugar a dudas el año más perverso para la imagen de la compañía.
Ahora bien, mas allá de las promesas en cada llamada trimestral poco se ha visto de la gerencia de RIM, excepto para ir “preparando el terreno” para esta llamada de ayer. En las últimas semanas ya habían advertido que no se lograrían las metas de entre $ 5,300 y $ 5,600 Millones planteadas en Septiembre y que no esperaban poder cumplir con las metas anuales de utilidad derivado de $ 485 Millones por los descuentos que se han tenido que dar en la venta de su tableta, el Playbook, el cual es básicamente un pisapapeles animado (a quién se le ocurre sacar un tablet que no tiene correo ni calendario? Del afán no queda sino el cansancio).
Los resultados presentados ayer son sencillamente vergonzosos: 27% de decrecimiento en utilidades comparados contra el trimestre anterior, 6% de decrecimiento en ventas contra el mismo trimestre del año pasado, despachos (ojo: despachos no es igual a ventas) de tan sólo 150,000 playbooks en todo el trimestre y una nueva demora para la llegada de los primeros teléfonos con el sistema operativo QNX, ahora para la segunda mitad de 2012, fecha para la cual habrá nuevos Android y iPhones al igual que los tan esperados teléfonos con sistema operativo windows.
Pero lo más preocupante de la llamada es que la dupla Balsillie – Lazaridis sigue como si nada. Su presentación fue “positiva” y se centraron en el futuro, una vez más, y en las posibilidades que la base instalada les ofrecerá. Tal vez el único anuncio decente fue que decidieron bajarse su salario a US$ 1, aunque con más de US$ 3.5 Millones en acciones ejecutadas, es lo mínimo que podían hacer.
Desde hace meses se oyen las voces de los analistas, inversionistas y medios especializados que piden un cambio en la gerencia, cambio que con los resultados de hoy no creo demore mucho en darse. Porque eso es lo que necesita una compañía cuando su futuro está en juego: traer sangre nueva, limpia de la historia y los vicios propios de cualquier operación. Alguien que llegue con el mandato y el poder político para hacer los cambios que se necesitan. Vender, Licenciar, Botar a la basura, Despedir, Cerrar, lo que sea. Alguien que con más cabeza y menos corazón mire el negocio desde una perspectiva de negocio. Lo hecho, hecho está. Y los mismos que lo hicieron no lo pueden arreglar.
Si usted es un usuario de Blackberry, llegó la hora de cambiar. Si usted es un accionista, llegó la hora de rezar.