Para muchos, el modo oscuro es una maravilla que, además de alargar la vida de la batería (en dispositivos con pantallas del tipo OLED), constituye toda una novedad que tiende a eliminar las distracciones y, “aparentemente”, ayuda a evitar el estrés visual causado por el contraste entre los colores de la noche y la abundancia de tonos claros o blancos del modo tradicional de la interfaz.
A pesar de la tendencia que atrae cada vez más adeptos al “modo oscuro”, existe una visión totalmente diferente que trata de demostrar que, no todo es tan maravilloso. Estos son algunos de los argumentos al respecto que vale la pena tener en cuenta:
- Para los usuarios que sufren trastornos de visión como el astigmatismo, puede ser más difícil leer texto blanco sobre una superficie negra que al revés, dado que, en el caso de una pantalla brillante con luz blanca de fondo, el iris tiende a cerrarse un poco más, reduciendo el efecto de deformación (propio del astigmatismo). En cambio, en el caso del fondo oscuro, el iris se abre para recibir más luz, el efecto de la deformación aumenta y el enfoque tiende a ser más difuso.
- Por lo mismo, el texto oscuro sobre fondo claro tiene un mayor nivel de compresión dado que el color blanco refleja todas las longitudes de onda del espectro visible. Así las cosas, la pupila permanece del tamaño regular (sin ensancharse) en el modo claro, haciendo que sea necesario hacer menos esfuerzo para enfocar las palabras.
Más allá del modo oscuro o el tradicional modo claro, los cambios repentinos de iluminación son los que tienden a generar esa sensación de incomodidad temporal, dado que el iris debe ajustarse a la nueva iluminación sin previo aviso.
Ahora bien, el punto donde la mayoría de expertos coinciden es en:
La duración, que tiende a ser más nociva que la misma intensidad del brillo o el modo (oscuro o claro) en el cual se use normalmente el dispositivo.
Así las cosas, al usar pantallas de manera constante y no parpadear por largos periodos, los ojos se van secando causando una grave fatiga visual que puede estar acompañada por dolores de cuello, cabeza y hasta de insomnio.
La moderación en el uso de los dispositivos parece ser la clave para gozar de una buena higiene digital!
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