Me encanta cuando un emprendedor rompe por completo el esquema de negocio de una industria tradicional usando como arma una propuesta de valor completamente diferente. Es el caso de Luke Schneider y Silvercar.
La idea le llego a Schneider un viaje de golf con sus amigos. La empresa de alquiler los había “subido” de categoria a una minivan Dodge. ¿Que sucedería si hubiese una compañía de alquier de autos donde todos los autos son iguales? y ¿donde no son un cacharro, sino un carro que dan deseos de rentar?
Silvercar tiene hoy casi 100 empleados y opera en 12 de los principales aeropuertos de los Estados Unidos. Silvercar, únicamente renta Audi A4 (Audi es un inversionista en la compañía), color plata full equipo. El costo siempre es el mismo, dependiendo de la ciudad, hasta USD 89 por día entre semana y hasta USD 59 durante los fines de semana. No hay cargos por conductores, equipo extra, gasolina, etc… . El coche viene con WiFi, Radio satelital, Bluetooth, GPS. No hay que tomar un shuttle hasta el lote de alquiler, tampoco hay que hacer filas o papeleo.
El cliente hace su reserva a traves de la aplicación y tan pronto llegue al aeropuerto de destino un dependiente de Silvercar lo estará esperando para llevarlo hasta su coche. La aplicación abre el carro con un click y ya esta listo para conducir. De regreso llega al lote y estaciona el coche. Un dependiente lo llevará de regreso al aeropuerto.
Aunque pareciera que la diferencia es mínima, es casi imposible de replicar para las grandes firmas de alquiler como Avis y Hertz. Un cambio en el modelo de atención y relacionamiento con el cliente, y como consecuencia en los procesos y recursos necesarios para completar la ofreta de valor, lleva a Silvercar a tener una ventaja competitiva casi infranqueable para las demás. Imagino a los directivos de Avis y Hertz, discutiendo por años que hacer con las inversiones en infraestructura y sistemas o tratando de salir de acuerdos con proveedores.
