Imagínese que luego de cada vuelo en un avión tuviéramos que desechar el avión casi por completo y que para el siguiente vuelo tocara construir y utilizar uno completamente nuevo.
Así ha venido funcionando la industria aeroespacial durante todos estos años. Los cohetes que se han utilizado para llevar satélites, módulos espaciales y hasta el transbordador espacial afuera del planeta se han descartado luego de uso.
Esto ha hecho que llevar carga, personas y, en general, ir al espacio sea una actividad costosa.
Hasta Ayer…..
Si ha venido siguiendo la nueva carrera espacial en los últimos 5 años, sabrá que 2 compañías privadas – Space X (del excéntrico Elon Musk, cofundador de PayPal y dueño de Telsa) y Blue Origin (del archi-millonario Steve Bezos, dueño de Amazon) – han estado trabajando en reutilizar sus cohetes de tal manera que se puedan disminuir radicalmente los costos de enviar cualquier cosa al espacio.
Y el día de ayer, Space X ha hecho historia al volver a lanzar y volver a aterrizar un cohete – el Falcon 9 – el cual ya había ido al espacio en Abril del año pasado. La misión puso en órbita un satélite de comunicaciones y luego, al igual que el año anterior reingresó a la atmósfera y aterrizó en un barco drone que lo esperaba en el Atlántico.
Cada uno de estos cohetes, o boosters, cuesta en USD 10 y USD 120 Millones por lo que el poder reutilizarlos – o por lo menos gran parte de sus componentes – es un logro importantísimo no solo para SpaceX sino para todos aquellos involucrados en esta nueva era de exploración espacial que llevará turistas al espacio el próximo año, que trabaja en convertir la minería de asteroides en uno de los negocios mas lucrativos de las próximas décadas y que espera comenzar el proceso de colonización de Marte en tan solo 3 años.
Como lo digo constantemente, el Futuro está más cerca de lo que pensamos.
