Para nadie es un misterio que Star Wars es mucho más que una película o muestra de entretenimiento. En todo sentido es una pieza de profundo impacto cultural, profundas implicaciones filosóficas y amplia difusión como tema de conversación y unión entre personas de todo tipo de trasfondo.
Es por eso que, cualquier cosa relacionada con la franquicia termina atrayendo los ojos de millones de personas, desde aquellos que ven ocasionalmente las películas, hasta los más consumados fans, que hemos leído, jugado y hasta comido (recomendada la Darth Vader de Burger King), todo lo que esta historia ha dado a lo largo de los años.
Es por eso que poder probar el nuevo juego de Star Wars, Squadrons, es un placer de esos que vale la pena compartir en varias entradas, siendo esta la primera en la que trataremos de entender un poco la experiencia, narrativa y expectativas del jugador.
Para comenzar, hay que decir que es un gran (en serio gran) juego, que recuerda mucho los éxitos de Lucas Arts y hay dos grandes razones que lo explican:
- No está la fuerza
- La verdad tiene más de una mirada.
NO está la fuerza!
¡Por fin un juego de Star Wars sin los Skywalker, sables de luz y la fuerza!. Sinceramente, de “la fuerza” estoy hasta el techo (y más después de “The Rise of Skaywlaker”). Esa energía mística tiene más usos que el jabón Rey y es más dura de entender que la fórmula de la Coca Cola. Y encontrar un juego tan importante como este que la deja de lado, se agradece.
En una galaxia tan grande como la de Star Wars, hay espacio para mucho más que historias de Jedis o de Siths y para mucho más drama que tan sólo estar del lado oscuro o luminoso de la fuerza. El universo es más amplio que eso y Squadrons si bien se sitúa en la mitad del conflicto del episodio IV, porque sucede justo después de la destrucción de Alderaan (el planeta de la princesa Leia), no se pierde en esos detalles más tradicionales de la historia sino, que, se enfoca en las experiencias de los pilotos y oficiales que se enfrentan en este momento crítico, algo que había sido vagamente mencionado en las películas.
Desde este sentido, Squadrons se parece más a un Rogue ONE a que a un “A New Hope” y sinceramente, creo que ese es uno de sus puntos más fuertes.
La Verdad tiene más de una Mirada!
Lo que quizás me gustó más de todo, es que como se trata de un juego de escuadrones, este permite que uno pueda seleccionar bandos y jugar desde ambas perspectivas, como un piloto de la resistencia (algo que prácticamente se viene haciendo desde el primer juego de Star Wars) o como un piloto del imperio, que, la verdad sea dicha, no es algo nuevo pero si es muy interesante! Ver el trato y trasfondo humano que se le da en este juego.
Desde hace mucho, los pilotos de los cazas TIE (los de imperio), han sido tratados como ruido de fondo cuyo único propósito es morir de las formas más simples a manos de los rebeldes. Ese no es el caso en Squadrons pues, cada piloto cuenta, cada vida es importante pero, además, en el modo historia, el arco argumental que termina agregando al canon de Star Wars es muy bueno e interesante.
La experiencia!
El problema con muchos de los grandes títulos actuales es que, en el preludio, la configuración del personaje y el entrenamiento uno puede verse las tres películas del Señor de los Anillos en su versión extendida y aún así no avanzar ni un 10%. Ese no es el caso con Squadrons, el juego asume de manera correcta que su jugador ya conoce la historia, no va a perder tiempo en detalles de personalización y que quiere llegar derecho a la acción. En eso, el juego cumple y no es que sea una experiencia simple (para nada) sino, que, permite que uno vaya avanzando y aprendiendo a medida que va desarrollando misiones.
Es precisamente de esas misiones que hablaremos más adelante pues, hay diversos modos, desde “Dog Fights” hasta peleas de flota pero, eso es otra nota en una Galaxia, muy muy lejana.
Ah, por cierto, como todo buen juego de Star Wars, siempre hay un elefante en la sala y … la respuesta es no! No hay microtransaciones.
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Andrés Felipe Sánchez
