Hace unos días me enfrenté a una decisión tecnológica compleja. Verán (así diría mi amiga Viviana): Mi iPad Mini murió después de un accidente y la verdad sólo me ha hecho falta para leer. El resto de las actividades las estoy desarrollando en mi smartphone, que a pesar de no ser un phablet, tiene un pantalla cómoda para la mayoría de las actividades.
Sin embargo, sí necesitaba reemplazar mi tableta y entré en una discusión filosófica/técnica/geek de proporciones infrahumanas. Leí, investigué y le pregunté a los expertos (o sea a mis compañeros de TECHcetera y a mi hijo) y encontré que no es posible decir A es mejor B sino que depende en su totalidad del caso de uso del usuario.
TABLET
Para la mayoría de los usuarios un tablet puede reemplazar en gran medida el uso del computador. Correos, Chat, Navegación, labores básicas de ofimática se pueden realizar utilizando un Tablet.
Si usted quiere una máquina que pueda usar como herramienta principal le recomiendo una pantalla cercana o superior a las 10″. Las más pequeñas son mucho más cómodas y fáciles de llevar pero el tamaño de la pantalla está pensado para temas más casuales.
“Un Dispositivo Para Todo” me dijeron Felipe y Andrés. Y tienen razón. Si usted quiere hacer varias cosas es mejor tener un sólo dispositivo “generalista” y no muchos dispositivos especializados. La gran ventaja de la era Post-PC es que podemos llevar en la mano, en un sólo gadget – el Tablet -, todos los instrumentos y dispositivos que antes teníamos en diferentes aparatos.
Un Tablet es su TV, es su radio, es su computador, es su telescopio, es su microscopio, es su regla, es su brújula, es su libro y su cuaderno, es su consola de videojuegos, es su cámara y su filmadora. Es lo que usted quiera que sea gracias a las millones de aplicaciones disponibles en cada una de las plataformas. En fin es todo en uno.
La mayoría de los Tablets decentes – y digo “decentes” porque los que más se venden son de esas sin marca, genéricas, provenientes de la “china profunda” y que tienen un componentes malísimos que no ofrecen una experiencia buena y que “sacan la mano” en menos de 1 año – tienen pantallas LCD o IPS. Súper brillantes, súper nítidas, perfectas para todas las actividades. Por lo menos todas las actividades en las que no haya una iluminación solar abundante y directa. Pero tratar de leer (o de ver cualquier contenido) de un Tablet en la playa o al lado de un piscina es un esfuerzo impresionante para los ojos.
Y al ser un dispositivo que usamos para todo es un dispositivo que debemos cargar malo malo una vez cada 2 o 3 días.
eREADER
Los eReaders son dispositivos con un uso extremadamente específico: sirven para leer. Punto. Son el reemplazo de un libro.
En un eReader usted puede ir olvídandose de los millones de colores de las pantallas LCD o IPS de los Tablets. Las pantallas de los buenos (no nos digamos mentiras, los mejores son los de Amazon) son monocromáticas y por ende su contenido – independiente de la nitidez y de los pixeles por pulgada que tenga el dispositivo se verá en blanco y negro.
La falta de color es a su vez la gran ventaja de los eReaders, por lo menos para quienes quieren leer libros. Sus pantallas son casi todas de e-Ink y no reflejan ningún tipo de luz de fuentes externas. Así, y a diferencia de lo que ocurre con los Tablets, con un eReader usted tiene el mismo reflejo en la pantalla que el tiene con una hoja de papel.
El tipo de tecnología utilizada en las pantallas de los eReaders sirve además para evitar el cansancio de los ojos. Ese cansancio natural que uno siente cuando trabaja mucho tiempo en su computar, en su smartphone o en su tablet. Gracias a la forma en que se envía la luz a la pantalla, con los eReaders esto no ocurre.
El tamaño. Al ser un dispositivo con un uso específico, los eReaders son generalmente más pequeños y livianos que los tablets, algo delicioso cuando usted lo lleva en su bolsillo.
El consumo de energía de los eReaders es mucho menor que el de los Tablets. Por la tecnología de su pantalla, por la manera en que usa y proyecta la luz, por la velocidad en que refresca el contenido y por el mismo uso que se la da, es posible que la batería de un eReader le dure cerca de un mes sin requerir ser recargada.
Por último, y entendiendo las limitaciones que el eReader tiene con respecto a un Tablet en materia de los servicios que puede prestar, está el tema del precio. Los mejores eReaders del mercado cuestan entre USD 50 y USD 200 mientras que un tablet decente no arranca en menos de USD300.
En mi caso específico hubo 2 factores que me llevaron a tomar la decisión: 1) El uso específico y 2) el precio de los dispositivo. En cuanto al uso, como dije anteriormente, estaba buscando un dispositivo para leer Libros; nada más (para las revistas tengo Flipboard en mi iPhone y en mi computador y funciona mejor que nada). En donde fuera; dentro y fuera, con sol y con lluvia. Y el tema del brillo – o mejor, el reflejo – de la pantalla en ambientes muy iluminados fue crucial.
En el tema del precio, ni hablar. Un iPad Mini, que fue la opción que evalué, arranca en USD 499 (haga lo que haga no se vaya a comprar el de 16GB porque se le llena en menos de 3 meses). El Kindle PaperWhite nuevo, con 300ppi, lanzado la semana pasada por Amazon, USD 119. 76% menos. No mucho que discutir.
Es claro que este es el análisis de mi caso de uso específico, un uso que está atado a una decisión futura de pasarme de un smartphone a un tablet, con el que pueda consolidar los usos del teléfono y la tableta en un sólo dispositivo. Es claro además, que mi smartphone me sigue sirviendo para todas mis demás actividades y que mi necesidad era muy puntual. Pero creo que hay muchos usuarios como yo, que ya tienen su smartphone y los usan para todo y que están buscando un dispositivo en el que puedan leer amigable y amablemente sin perder los ojos gracias al reflejo de la luz sola.
Muy buen post. Se metió en un tema filosófico Artistotélico: el valor de uso o el valor de cambio. Al margen de eso una pregunta: que tan bien le ha ido a Amazon con contenidos para Kindle como revistas y periódicos. Que tal es la oferta.
Sabe que no sé? No lo uso. Solo lo uso para libros. Para Revistas y periódicos prefiero flipboard