El gran éxito de Google, desde sus inicios, estuvo enmarcado en ese interés de organizar la información hacerla universalmente accesible y útil para todo el mundo. 

“Google´s Mision es to organize the world’s information and make it universally accessible and useful”

Es así como Google y los demás buscadores que utilizamos a diario han indexado más de 4,500 Millones de páginas web. Páginas que podemos encontrar, páginas que podemos visitar. 

4,500 Millones!! Piénselo, es un número IN-MEN-SO. Si usted le dedicara tan sólo 30 segundos a cada una de ellas, necesitaría 4,281 años para poder visitarlas todas. 

Ahora bien, ¿que pasaría si le digo que esta web, la que podemos encontrar con los buscadores, es menos del 0.03% de la que existe en realidad? ¿Qué pasaría si le digo que el Deep Web, esa que no se puede indexar y que no es navegable con los mecanismos y herramientas que el 95% de nosotros utilizamos es 500 veces más grande? 

El Deep Web, ese que Ud no conoce, es 500 veces más grande que la red que usted frecuenta

No todo es malo en esa Deep Web. En ella encontrará sitios corporativos, correos, chats, perfiles de social media y sitios secundarios que cumplen funciones específicas. Pero ahí en medio de todo ese contenido se esconde un mundo ilegal, oscuro y tenebroso. 

El Dark Web. Un mundo en el que se transan desde drogas hasta misiles nucleares. Un mundo en el que el anonimato es la norma y en el que al no existir direcciones IP asociadas a quienes la frecuentan se negocian, según algunos estudios, algo así como USD 500,000 por día en mercancías y servicios ilegales.

Y así se da uno cuenta que vivimos en un mundo del que conocemos poco y nos preguntamos como es que el ciber-crimen sigue creciendo a la par con la entrada de millones de nuevos – e inocentes – a este mundo hiperconectado.