Hace algunos días hablaba de las razones para tener una NAS en casa. En específico la cantidad de medios que estamos acumulando, canciones, fotografías, películas obligan a aumentar considerablemente la capacidad de almacenamiento que tenemos en casa. Pero no se trata únicamente de almacenar, también necesitamos mantener toda esta información segura y sobre todo al alcance de todos. La nube pública es una excelente alternativa, que sin embargo no ofrece aún la flexibilidad suficiente para usuarios algo sofisticados como yo. Así que decidí construir mi nube propia en casa, aprovechando que Apple ofrece su sistema operativo OS X Server (Mountain Lion) en US 49,99, un precio que considero muy apropiado para un proyecto de estas características.
Mi intención original era guardar remotamente mis archivos y luego poder acceder a ellos sin tener que llevarlos y dejarlos ocupar espacio en disco en mi máquina de trabajo. Luego de seis meses, me encontré con que ese es uno de los features que menos uso (no obstante debo decir que funciona a la perfección). El killer app de OS X server, para mi caso de uso, es la posibilidad de compartir computadores entre usuarios de manera casi completamente transparente. La idea detrás de esto es que al configurar los usuarios como cuentas de red, nos podemos loguear en cualquier computador y trabajar como si este fuera nuestra única máquina. Así pasamos del laptop al desktop sin discutir por cual es el dispositivo que necesito usar en el momento.
Otra gran ventaja es el uso de una plataforma de administración de usuarios y dispositivos vía web. Desde cualquier parte del mundo, puedo hacer cambios a la configuración de cualquiera de mis dispositivos de manera que para los usuarios menos avanzados técnicamente es transparente la configuración. Yo la hago desde donde me encuentre (y tenga una conexión a internet). Prácticamente todo el sistema operativo está disponible para ser configurado de manera remota y simple. Además he logrado acceso a servicios como calendario, mensajes y contactos, todos funcionando desde la seguridad de mi casa y absolutamente transparente para los usuarios (mi esposa aun no sabe que todo funciona en casa). Para mi última configuración logré crear un usuario cuyo único uso es mantener un servidor de medios, música, películas y programas de TV principalmente, disponibles a través de Apple TVs en cualquier pantalla de la casa.
A pesar de lo que anuncia Apple, montar el servidor no ha sido sencillo. Obviamente la mayoría de mis problemas se deben a desconocimiento del administrador (yo). En especial a lo que se refiere al uso y configuración de certificados de seguridad para internet, un requisito que necesita de conocimiento por parte del usuario. Un pequeño error en el procedimiento y la funcionalidad completa queda lisiada. Por este motivo he tenido que reconfigurar (mejor llamemos reinstalar) mi servidor completamente en ya varias ocasiones. La baja popularidad de la plataforma reduce la cantidad de recursos disponibles en la red para encontrar soluciones a problemas comunes, lo cual lo lleva a uno a jugar a prueba y error con consecuencias a veces impredecibles.
Mirando hacia adelante ya no hay vuelta al sistema tradicional. El uso de OS X Server está cambiando completamente el workflow de toda la familia. Ya todos sabemos que podemos usar cualquier computador que esté disponible sin problemas. Los archivos están guardados de manera segura y respaldada en el almacenamiento centralizado y accesible desde internet sin mayor problema. Para completar mi configuración ideal, quiero pasar en el mediano plazo a un servidor dedicado, lo cual facilitaría algunas configuraciones y usos. En el corto plazo, necesito mejorar el almacenamiento, en especial el dedicado a backups que casi siempre se queda corto.
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