Para muchos puedes ser un mundo totalmente nuevo y desconocido, lo cual es natural dado que el sistema operativo (OS) es relativamente nuevo, pero la gran mayoría de sus componentes están basados en cosas que casi todos hemos usado al navegar o hacer páginas de Internet. Por ejemplo, las llamadas aplicaciones para el OS en cuestión están basadas en el popular código de HTML5 y, pueden ser concebidas tal como un sitio Web optimizado para móviles acompañado de “uno que otro gallito” (como el App Manifest) que le ayude al navegador móvil (Firefox) a distinguir un app de un sitio web (ya que esta tiene iconos para escritorio, permisos para ejecutar acciones en los dispositivos y demás).
Siguiendo el tema de las aplicaciones, Firefox OS ha decidido tomar un modelo abierto en el cual los usuarios pueden descargar aplicaciones desde diversos sitios (no sólo desde el mercado de apps), lo cual es bueno y es malo. Para este momento es posible que el lector tenga opiniones encontradas, por lo mismo, me dispongo a esclarecer un poco de las bondad y vicio de este tipo de modelo (que ya se había experimentado en algunas versiones del Windows Mobile).
La bondades:
- Los desarrolladores puede publicar sus apps realizando el proceso de añadirlos al mercado (como en el modelo de iOS) o por medio de otra opción, en la cual, basta con añadir un botón en un sitio determinado para permitir a los clientes potenciales “instalar el app desde internet”. Esto en términos de tiempo y esfuerzo puede ayudar a todos aquellos que ya tengan optimizado el trafico de su página web, ya que pueden seguir usando la misma masa como clientes o usuarios potenciales que visita el sitio web habitualmente.
- Es más fácil encontrar apps locales por medio de un buscador web.
El vicio:
- Tal como se expresaba en otro de los artículos sobre seguridad informática y el robo de identidades, instalar aplicaciones desde un sitio diferente a un mercado oficial, suele ser un riesgo en el momento de autorizar apps que no han sido validadas por el dueño del sistema operativo o por un ente que realice las verificaciones para que no se incluyan códigos maliciosos. Inclusive, muchas veces las aplicaciones no son validadas por nadie diferente al desarrollador que puede tener objetivos bien particulares.
Desde otra perspectiva, para los que ofrecen las apps, existe un beneficio adicional ya que el modelo de Firefox no depende tanto del nivel de recursos invertidos en la promoción del app a través del mercado oficial de aplicaciones (en donde los peces grandes invierten hasta en anuncios de TV) sino de la optimización del sitio para los motores búsqueda, en donde los desarrolladores tienden a ganar más tracción en nichos locales.
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Finalmente, es posible que en futuras versiones del sistema operativo se solucionen esos pequeños huecos de seguridad del mismo, pero por ahora, es una muy buena aproximación que “desde ya” está dando de que hablar en el mercado de los dispositivos móviles.
Más información sobre Firefox OS en: https://hacks.mozilla.org/category/firefox-os/