Candy Crush es una pesadilla. Es una pesadilla para quienes recibimos mil quinientas invitaciones diarias a jugar y es una pesadilla para quienes han caído en la adicción de jugarlo y no pueden parar por nada del mundo.
Candy Crush una pesadilla. Una pesadilla que vale la medio bobadita de USD 5,900 Millones.
Sí, así como lo oyen; Activision Blizzard – ese que nos ha traído juegos como Destiny o Call of Duty, juegos de verdad! – anunció la semana pasada la compra de King Digital Entertainment el fabricante de Candy Crush (y una decena de variaciones del mismo) por USD 5,900 Millones.
USD 5,900 Millones. Más que Lucasfilms (el dueño de Star Wars), que fue comprado por Disney a finales del 2012 por USd 4,050 Millones. Más que Mojang (el creador de Minecraft) que fue comprado por Microsoft el año pasado por USD 2,500 Millones. Más que Beats Audio (el de Dr. Dre) que lo compró Apple por USD 3,000 Millones. Más que Nest, que Oculus, más que Instagram e incluso más que lo vale Blackberry.
Me acuerdo hace años cuando empezó la industria de juegos móviles y yo era feliz con mi Wii. Y aunque me gustaba mucho poder jugar videojuegos en donde quisiera en mi iPod, no creí nunca que iba a dejar mi Wii, o cualquier consola, por los videojuegos móviles. Ahora que lo pienso de forma más elaborada, yo creía que ningún juego móvil iba a ser algo gigante. Rovio empezó a cambiar eso, con Angry Birds, que ha crecido tanto que tiene mas de 5 versiones del juego y va a salir una película. Pero, aunque vi a esta marcas crecer, siempre mantenía una cosa clara, un juego nunca costaría más que una película, y especialmente algo tan legendario como Star Wars (que también tiene series y comics). Pero el Emperador cayó de su trono, y este fue remplazado por nada más y nada menos que… Candy Crush.
Un jueguito de juntar dulces cuesta un billon de dólares mas que la saga más legendaria de películas de la historia… Este mundo se enloqueció.