A pesar todo el debate que ha habido con relación a las noticias falsas y a las campañas de desinformación que se nutren y propagan por medio de las redes sociales parece que nosotros, quienes las compartimos, no hemos entendido nuestro rol en esta nueva realidad.
Los días en que quienes producían el contenido eran los únicos responsables de su veracidad y de su impacto han desaparecido. Somos tan culpables nosotros de compartir contenidos falsos como aquellos que los producen, porque al final del día somos nosotros quienes los movemos, quienes les damos like, quiene comentamos en ellos y quienes los volvemos virales.
“En mi muro comparto lo que me da la gana” dicen algunos, “yo no lo escribí, solo lo compartí” dicen otros, y no se nos puede olvidar el “pues si está en internet es porque es cierto, no?“.
Es hora de que tomemos responsabilidad por nuestros actos. Es hora de que respondamos por lo que escribimos y por lo que compartimos, sin importar de quien es la autoría. Con cada share y con cada like le damos fuerza y valor a ese contenido y por eso debemos dejar de actuar como simples consumidores y aceptar que somos prosumidores, curadores, propagadores y que por lo tanto tenemos tanta (o más) responsabilidad que quien lo escribió originalmente.
Facebook, Twitter y Google pueden inventar cualquier mecanismo para combatir las noticias falsas (como ya lo están haciendo) pero solo hasta que los usuarios tomemos responsabilidad el tema podrá ser controlado.
Como? Fácil!
- Revise la fuente de donde viene el contenido y valide su track record (si va a compartir contenido de Actualidad Panamerica hágalo pero sabiendo que una sátira)
- Busque otras fuentes (ojalá por fuera de su burbuja) que corroboren el contenido
- Léalo. Aunque sea, léalo antes de compartirlo (el 59% de la gente comparte artículos sin leerlos previamente)
- Revise la fecha. No todo lo que FUE verdad ES verdad. En mi timeline de Facebook, por ejemplo, veo constantemente gente que comparte un articulo contando que el Presidente ha vuelto a subir los salarios de los congresistas. Y pegado a él hay una lista interminable de comentarios de gente indignada (con toda la razón). El problema es que el articulo – de uno de los principales diarios del país – es del 2013 por lo que hace cero sentido andar generando controversia sobre el mismo (y más cuando el 90% de la gente comenta y se indigna solo leyendo el título mas no el contenido ni la fecha)
Solo en la medida en que tomemos responsabilidad podremos eliminar las noticias falsas y dejar de destruir. Solo en la medida en que asumamos nuestro rol de protagonistas activos (y no de consumidores pasivos) podremos comenzar a construir. Con debate, con información, con posiciones diferentes que se puedan acercar y enriquecer con las de los demás para producir algo que sea positivo. Porque de lo contrario todo será bla, bla, bla.
