En WeXchange se reunieron mujeres emprendedoras de América Latina en un evento patrocinado por el Miami Dade College, la Fundación Knight y el BBVA y agencias públicas como Innpulsa Colombia entre otros y organizado por FOMIN, el fondo de inversiones del BID en colaboración con Ellas2 y NXTP Labs. En este evento como en tantos otros similares hubo un “pitch contest” para el mejor emprendimiento liderado por un mujer, un “speed dating” con inversionistas y mucho networking. Entre las presentadores y comentadores había un grupo de distintas mujeres, algunas emprendedoras exitosas como @Miss_Internet, otras hacedoras de políticas como Susana García -Robles del FOMIN y “networkers” como Patricia Araque de Ellas2. También asistieron altos directivos de empresas de tecnología como Angela Camacho de Microsoft y no podían faltan las aceleradoras de emprendimientos como Marta Cruz de NXTP Labs.
Quizás lo que más me impactó fueron los resultados de un estudio realizado por la firma de consultoría EY y el Banco Interamericano de Desarrollo (próximo a publicarse). En realidad, a pesar de todos los avances que hemos visto y tenido las mujeres en América Latina todavía hay “gaps“, agujeros y hasta hoyos. El estudio analiza la situación del emprendimiento de alto crecimiento, definido como empresas formales creadas hace más de tres años con crecimiento en ventas o empleos de más de 20% anual en los último tres años, en América Latina y el Caribe y en especial con aquellas organizaciones lideradas por mujeres. Se entrevistaron mujeres y hombres de distintos perfiles incluyendo a muestras de todos los “stakeholders” de los ecosistemas de emprendimiento de alto crecimiento en nueve país de América Latina y el Caribe.
De acuerdo a la investigación, los principales retos para las mujeres emprendedoras de alto crecimiento son:
1. En lo personal: conflicto entre sus distintos roles. Esto además solo fue manifestado por las mujeres.
2. En lo social: el 50% de los hombres y de las mujeres perciben que ni la sociedad ni los medios aprecian el emprendimiento.
3. El acceso a recursos financieros: es el principal problema para todas las mujeres emprendedoras (las de alto crecimiento como las de bajo crecimiento). Los hombres lo consideran su tercer reto frente a la competencia (el primero) y a sistemas regulatorios complejos (el segundo).
El estudio también sugiere algunas necesidades:
1. Acceso a asesorías estratégicas para hacer crecer sus empresas más allá del mercado local.
2. Acceso a fuentes institucionales de recursos financieros
3. Reconocimiento de la actividad de emprendimiento como una forma legítima para la creación de riqueza
4. Disponibilidad de mentores que entiendan y se conecten con las situaciones particulares que viven las mujeres emprendedoras
5. Expansión del papel del hombre en el hogar
6. Acceso a redes de contacto amplias y efectivas que vayan más allá de los círculos amistosos y familiares.
Así pues la gran lección de esta conferencia y de haber blogueado durante dos años aquí, es la necesidad de continuar informando y discutiendo sobre lo que sucede en el mundo del emprendimiento como una posibilidad de generar riqueza y empleo gracias a la tecnología que nos permite acceder a los recursos financieros y humanos de una manera más eficiente y efectiva.