Si usted es los que creen que la fama y el dinero van de la mano, déjeme bajarlo del bus. Por lo menos cuando hablamos de la fama de YouTube.
Siempre que oímos de YouTube y del poder de sus “grandes” influenciadores, de los millones de suscriptores con que gozan sus canales y de cómo pueden llegar a tener más followers que divas de Hollywood o el mundo musical oímos los mismos nombres: Pew Die Pie a nivel mundial o Germán Garmendia (el que se “tiró” la Feria del Libro de Bogotá hace unos años) en el caso latinoamericano.
Son los de mostrar. Y es que no es para menos. Ganarse USD 20 Millones (PewDiePie) o USD 5.5 Millones (Germán) anuales no es un mal negocio.
Pero la verdad es que el YouTuber promedio no hace dinero suficiente ni siquiera para vivir del ejercicio de su “profesión” y cerca del 96% ni siquiera podrían sobrepasar la “línea de la pobreza” en Estados Unidos (USD 12,140 por año) con los ingresos que derivan de la publicidad que hacen en sus canales.
96% de los YouTubers no tienen ingresos suficientes para NO ser catalogados como pobres en Estados Unidos
Por lo menos eso dice un reciente estudio publicado por Mathias Bärtl, un profesor de Ciencias Aplicadas en la Universidad de Offenburg en Alemania.
Y es que según el análisis realizado para Bloomberg, el 3% de los YouTubers más famosos se están quedando con el 90% de las vistas en la plataforma, dejando el 10% para que lo peleen lo millones de YouTubers restantes que hay en el mundo.
Ser YouTuber no paga. A menos de que usted logre convertirse en una super estrella, momento en el cual sus ingresos no vendrán de la publicidad de su canal sino de patrociniones y acuerdos de product-placement o content-marketing disfrazados de reviews imparciales. Ser YouTuber no paga, a menos de que usted la plataforma para conseguir más negocios reales en los que sí pueda facturar lo mínimo para vivir bien. Ser YouTuber no paga, a menos que usted lo haga como hobby y no dependa de ello para comer.
